Por qué los ingleses no tienen DNI

Uno de los actos más cotidianos en el día a día es sacar el DNI o cédula para mostrarlo en el aeropuerto, para pagar con tarjeta de crédito, para registrarse en el gimnasio… Esto no es posible en el Reino Unido, ya que ellos no tienen «ID». La razón? Una muestra de libertad del individuo frente a la máquina represora burocrática.

En un país donde poner una foto en el CV es ilegal porque puede llevar a discriminación, la identidad y la privacidad es algo que se toman muy en serio. Ellos consideran que un registro con los datos personales es una vulneración de sus derechos más básicos.

Hace un tiempo el gobierno laborista se sacó de la manga un proyecto de DNI, lo que desató una agria polémica a todos los niveles que ya dura años (y lo que va a durar). Los que se oponen al proyecto afirman que la privacidad es un derecho del ser humano que desparece con el nuevo DNI para ponerla en manos del gobierno, creando un Estado Policial. NO2ID, la página oficial en contra del proyecto ha sacado recientemente un cartel en el que aparece Blair con un código de barras en el mismo lugar donde Hitler tenia su bigotillo, afirmando que el nuevo DNI es una herramienta para la dictadura.

Qué es concretamente lo que no les gusta? Pues que el documento en cuestión va a crear una base de datos en la que constarán datos como el nombre, los apellidos, la dirección, la huella digital, el número de la seguridad social, e incluso una fotografía! Y eso no es todo, cada ciudadano tendrá la obligación de actualizar sus datos, y los organismos oficiales podrán acceder a ellos. Sin duda eso es un ataque a la privacidad, verdad? Además afirman que los DNI en otros países europeos son utilizados para limitar la pluralidad política o cometer asesinatos en masa.

Sin embargo, está bien que unas empresas mantengan un fichero con el nombre, apellidos, domicilio, domicilios previos, cónyuge, cuentas corrientes, tarjetas de crédito, historial de pagos de recibos, historial de números rojos, impagados e historial policial, entre otros. Y que se lo vendan a todo tipo de compañías. Tampoco les importa que el supermercado sepa cuándo fueron a comprar, cuánto gastaron y qué compraron. O que el billete magnético del metro cree un archivo en un ordenador central conteniendo todos y cada uno de sus movimientos. O que puesto que usan la tarjeta de crédito incluso para pagar 2 libras, la compañía de crédito tenga de hecho un completo informe de su vida.

Es más. El pérfido gobierno, para asegurarse que la gente se saque el DNI, va a obligar tenerlo para poder renovar el pasaporte. Y eso es sagrado, porque el pasaporte lo necesitan para ir a lo que ellos llaman «América», o sea, USA. Y hasta ahí podríamos llegar. El pasaporte si lo quieren, y están dispuestos a dar toda la información necesaria e incluso acceder a suministrar los datos biométricos obligatorios para poner los pies en USA.

Así que ya vemos dónde está el problema: los ingleses, en nombre de su privacidad, no quieren que nadie tenga sus datos personales. Bueno, excepto cualquier empresa privada. Y también la administración USA. Pero aparte de eso, la identidad es sagrada.

Envidia sana se siente al contemplar a estos luchadores de la libertad. Que empresas privadas o el gobierno USA sepan más de los ciudadanos UK que ellos mismos no importa. Que de hecho el gobierno ya sepa toda esta información, y que pueda exigir a cualquiera de las compañías citadas que le muestre la información personal que poseen no importa. El DNI es un símbolo, y hay que ser fuertes.